El cierre del año es un periodo en el que las empresas se enfocan en auditorías, presupuestos, renovaciones y prioridades operativas. Pero este ritmo acelerado también abre la puerta a errores silenciosos que pueden complicar la seguridad del negocio en los primeros meses del año siguiente. En un entorno donde las amenazas ya no descansan y los incidentes surgen incluso en temporadas festivas, entender estos errores permite corregirlos antes de que se conviertan en puntos de quiebre para el 2026.
Uno de los errores más comunes es desconectar la ciberseguridad de las decisiones de cierre financiero. En muchos casos, los equipos priorizan la ejecución presupuestal sin evaluar si las inversiones finales del año responden a necesidades reales. Esto provoca que se adquieran soluciones que no se implementan adecuadamente o que no están alineadas con los riesgos actuales. Un cierre de año exitoso no se mide por el gasto ejercido, sino por la claridad con la que se fortalece la resiliencia del negocio.
Otro error frecuente es no revisar los accesos acumulados durante el año. Cambios de personal, proveedores que ya no trabajan con la empresa, accesos temporales que quedaron permanentes y permisos privilegiados mal gestionados forman parte de un patrón que se repite en múltiples organizaciones. Lo preocupante no es el volumen de accesos, sino la falta de visibilidad sobre quién puede entrar, a qué sistemas y con qué nivel de autoridad. Para los atacantes, estas cuentas olvidadas representan puertas abiertas listas para ser explotadas.
El tercer error tiene que ver con los procesos que se dan por sentado. Muchas empresas asumen que los planes de respuesta, los respaldos o los controles operativos funcionan correctamente simplemente porque no han fallado recientemente. Pero al cierre del año, cuando la operación se ralentiza o ciertos equipos trabajan con menos personal, estos procesos se vuelven más vulnerables. Un respaldo no verificado o un procedimiento que no refleja la operación actual puede convertirse en el origen de un problema serio cuando el ritmo normal regrese en enero.
También es común que las organizaciones descuiden la comunicación interna en esta temporada. Con empleados trabajando de manera remota, turnos reducidos o equipos enfocados en actividades administrativas, ciertos mensajes de seguridad dejan de circular o pierden prioridad. En años recientes, esta falta de comunicación ha sido un factor que permitió el éxito de campañas de ingeniería social que aprovecharon la distracción natural del fin de año para infiltrarse de manera silenciosa.
Un error adicional es ignorar la dependencia creciente de proveedores críticos. Muchas organizaciones renuevan contratos sin evaluar si el proveedor mantiene controles adecuados, desconociendo cambios en su infraestructura o en su postura de seguridad. En un momento donde los ataques a la cadena de suministro siguen en aumento, esta omisión puede traer consecuencias directas para la operación.
Evitar estos errores no requiere inversiones extraordinarias, sino claridad, intención y decisiones oportunas antes del cierre del ciclo. Revisar accesos, validar procesos, ajustar prioridades y fortalecer la comunicación interna permite iniciar 2026 con más estabilidad y una postura de seguridad mucho más sólida.
Acciones inmediatas
- Revisa los accesos acumulados durante el año y elimina permisos innecesarios.
- Verifica respaldos y procesos operativos críticos para asegurar que funcionen correctamente.
- Evalúa las renovaciones de servicios y proveedores considerando su postura de seguridad actual.
- Ajusta el presupuesto final del año en función de riesgos reales y no de presiones administrativas.
- Refuerza la comunicación interna para prevenir fraudes y ataques de ingeniería social.
En TBSEK ayudamos a las organizaciones a cerrar el año con claridad operativa, mejores decisiones y una postura de ciberseguridad fortalecida para el inicio del próximo ciclo. Puedes contactarnos aquí: https://tbsek.mx/contacto/