La Administración de Identidades y Accesos (IAM) es una práctica de seguridad que facilita el uso adecuado de recursos (como aplicaciones o datos) por parte de las entidades adecuadas (personas o dispositivos), garantizando un acceso sin interrupciones y autenticación segura.
Hoy en día, este concepto va más allá de la gestión de empleados, extendiéndose a contratistas, socios, usuarios remotos, dispositivos y servicios en la nube. La creciente digitalización asigna identidades incluso a dispositivos IoT y fragmentos de código, como API y microservicios. La complejidad se incrementa con entornos multinube y soluciones SaaS. Por ello, en este artículo te brindaremos las mejores prácticas para que las apliques en tu organización a partir de hoy. ¡Acompáñanos!
La gestión de identidades y accesos (IAM) es fundamental en la protección de los recursos empresariales en el contexto digital actual. Para garantizar una implementación efectiva, es esencial considerar cuidadosamente una serie de prácticas clave.
A colación, toma en cuenta que, para administrar eficazmente el ciclo de vida de la identidad y los derechos de acceso de sus trabajadores remotos, debes utilizar herramientas y tecnologías compatibles con sus estándares y procesos de IAM. Ejemplos de tales herramientas incluyen proveedores de identidad (IdP); inicio de sesión único (SSO); gobierno de identidad y administración (IGA); y soluciones de administración de acceso que aplican y auditan las directivas de acceso.
La Inteligencia Artificial (IA) se convierte en un aliado crucial para optimizar la gestión de identidades y accesos al automatizar la detección de anomalías en los patrones de acceso. Este enfoque no solo agiliza el proceso, sino que también mejora la capacidad de respuesta ante posibles amenazas. Sin embargo, a medida que los dispositivos de Internet de las Cosas (IoT) se multiplican, la complejidad en la gestión de IAM se intensifica, subrayando la importancia de una administración cuidadosa de identidades y accesos para garantizar la seguridad de la red.
Además, cumplir regulaciones como la ley Reglamento de la Ley Federal de Protección de Datos (México) emerge como prioridad, ya que establecen requisitos específicos para salvaguardar la privacidad y protección de datos, reforzando así la necesidad de políticas sólidas de gestión de identidades y accesos.