Los estafadores anuncian puestos de trabajo de la misma manera que los empleadores legítimos — en línea (en anuncios, sitios web de empleo y medios sociales), en periódicos y, a veces, en radio y TV. Prometen un trabajo, pero lo único que quieren es dinero e información personal. ¡Ojo ahí!
Un trabajo falso podría ser para cualquier tipo de tarea, desde reexpedir productos hasta vender cosas desde tu casa. Algunos estafadores publican anuncios para trabajar como comprador encubierto y cobran por servicios inútiles de listados de puestos de trabajos. Es posible que prometan altos ingresos con poco trabajo, o que te digan que puedes iniciar tu propio negocio fácilmente y empezar a ganar dinero de inmediato. No obstante, los fines son otros y aquí te decimos cómo suelen actuar este tipo de ciberdelincuentes:
En este tipo de anuncios suelen crearse perfiles falsos para administrar las plataformas de Google, Facebook, LinkedIn Ads y más. Una empresa ficticia de este estilo no tiene un sitio web oficial ni tampoco medios de contacto. Su estética deja mucho que desear… ni qué decir de la ortografía. En estos casos, lo ideal es investigar o googlear toda la información que puedas.
Una empresa oficial o de renombre nunca te contactará en principio vía Whatsapp, Instagram, Telegram o un correo personal (@outlook, @hotmail, @gmail) por decir algunos ejemplos. Está por demás decir que nunca te pedirán documentación oficial por dichos medios. Los ciberdelincuentes buscan datos sensibles de identificación. ¿Te piden tu ID o tu número de seguridad social en PDF? ¡Duda! A decir, si desconfías puedes Googlear a la organización, contactarte directamente con el departamento de RRHH y pedir informes respecto al proceso de reclutamiento. Sé cauteloso y analiza todo con detalle.
Seguro te ha llegado algún mensaje electrónico con asunto: “Oferta irresistible”, “Oportunidad única”, “Trabajo remoto 4 hrs”, “Gana más de 2 mil dólares semanales”… Este por default, ya es un primer mal indicio. Si te han llegado esta clase de correos, generalmente se van a bandeja de SPAM. Pero, de no ser así analiza todo meticulosamente. No caigas en la trampa y mejor analiza la información con detenimiento. Presta especial atención en las ofertas tentadoras que prometen ganar mucha plata por pocas horas. La clave: Desconfiar.
Si durante la entrevista o comunicación con el supuesto reclutador este te pide un depósito o un número de cuenta sé enfático y pregunta cuáles son los fines. ¿Quieren cobrarte por terminar un trámite administrativo? ¿Quieren saber tus datos bancarios por protocolo? ¡Sal de ahí! En el primer caso buscan robar tu dinero, y en el segundo quizá cargarte dinero derivado de actividades ilícitas o bien, robar tu identidad para realizar transacciones.
Ahora no hay pretexto para caer en estafas de empleo. ¡No seas parte de las estadísticas! Protege tu información y tu dinero por supuesto. Seguro encontrarás una oportunidad más rápido de lo que imaginas, pero recuerda, siempre con cautela y análisis.