Cuando se piensa en ciberseguridad, lo primero que viene a la mente suelen ser hackers éticos, analistas de vulnerabilidades o expertos en redes. En otras palabras, perfiles profundamente técnicos. Pero la realidad es que la ciberseguridad moderna requiere una diversidad de talentos mucho más amplia. Existen múltiples caminos profesionales en este sector que no requieren saber programar ni tener una ingeniería en sistemas. Y lo mejor: están en crecimiento.
La razón es simple: la protección digital de una organización no es solo una cuestión de tecnología, sino también de personas, procesos y comunicación. En este ecosistema, los perfiles no técnicos cumplen funciones clave que van desde la gestión de riesgos hasta la formación del personal, pasando por cumplimiento normativo, redacción de políticas o respuesta a crisis.
Uno de los roles más demandados es el de especialista en cumplimiento y normativas. Este profesional se encarga de que la organización cumpla con leyes locales e internacionales de protección de datos, como la LFPDPPP en México o el GDPR en Europa. No necesita escribir código, pero sí entender procesos, interpretar marcos regulatorios y traducirlos en acciones prácticas para la empresa.
Otro perfil relevante es el de awareness trainer o responsable de concienciación. Su trabajo consiste en diseñar campañas internas para educar a los empleados sobre buenas prácticas de ciberseguridad. Estos expertos entienden cómo piensan los usuarios, cómo comunicar riesgos sin alarmismo y cómo cambiar hábitos a través de la formación. Su impacto es enorme, ya que el error humano sigue siendo la principal causa de incidentes de seguridad.
Los analistas de riesgos también tienen un papel central. Evalúan cómo una brecha o fallo puede afectar la operación del negocio, y no necesariamente trabajan con servidores o firewalls. Su enfoque está en la probabilidad de eventos y el impacto potencial. Necesitan habilidades de análisis, comunicación efectiva y una buena comprensión del negocio.
La ciberseguridad también necesita talento en comunicación. Los incidentes graves requieren voceros que sepan explicar lo sucedido a medios, clientes o reguladores sin agravar la situación. Estos roles de gestión de crisis, comunicación estratégica o relaciones públicas pueden ser ocupados por profesionales de comunicación o derecho con sensibilidad hacia lo digital.
Incluso áreas como diseño instruccional, psicología organizacional o gestión de proyectos encuentran un espacio en este mundo. Los equipos de ciberseguridad necesitan diseñar capacitaciones efectivas, manejar el cambio cultural, coordinar múltiples áreas y asegurar que las estrategias de protección sean viables y sostenibles. Todo esto requiere habilidades blandas y pensamiento sistémico más que conocimientos técnicos.
En TBSEK creemos que la ciberseguridad debe dejar de ser vista como un terreno exclusivo para programadores. La diversidad de perfiles fortalece la defensa. Las empresas que lo entienden logran construir estrategias más completas y resilientes. Así que si vienes de otra disciplina, no te descartes: tu experiencia puede ser justo lo que este campo necesita.
Acciones inmediatas
- Explora roles no técnicos como cumplimiento, concienciación, análisis de riesgo o gestión de crisis
- Investiga cómo tu perfil actual puede aportar valor en equipos de ciberseguridad
- Desarrolla habilidades en comunicación, análisis, procesos o liderazgo
- Únete a comunidades de ciberseguridad y participa en eventos para ampliar tu perspectiva
- Busca cursos o contenidos introductorios enfocados en roles no técnicos
- Habla con profesionales del sector para entender cómo llegaron a su puesto actual