¿Sabías que tan solo en los últimos 12 meses, se registraron cuatro millones 453 mil reclamaciones a instituciones bancarias que operan en el país? Esto claramente es una señal de alerta para todos. Un robo de identidad se produce cuando alguien usa tu información sin permiso o consentimiento. Pueden hacer uso de: nombre, teléfono, domicilio, fotografías, huellas dactilares, números de licencia y de seguridad social, incluyendo información financiera o médica, credenciales de identificación, así como cualquier otro dato que permita identificar a una persona.
A decir, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) informa que el robo de identidad es un método de fraude en el cual una persona obtiene, transfiere, utiliza o se apropia de manera indebida de los datos personales de otra sin su autorización, usualmente para cometer un fraude o delito. En muchos casos el ladrón de identidad utiliza la información ilegalmente adquirida para contratar productos y servicios financieros, para transferir recursos de las cuentas a nombre de la víctima a un tercero, o también para hacer compras.
En la CONDUSEF puedes presentar la reclamación por la afectación sufrida y recibir la asesoría necesaria para bloquear tu buró de crédito e iniciar la denuncia correspondiente ante el Ministerio Público de la localidad, para evitar posibles repercusiones legales y dejar a salvo tus derechos. Para muchos casos en los que tu información haya sido usurpada para obtener créditos, prestamos u otros, solicita tu Reporte Especial de Crédito. Si identificas algo anormal notifícalo de inmediato a la Sociedad de Información Crediticia (SIC). Ahora bien, también puedes hacer lo siguiente:
Evita que esto te suceda a través de las siguientes acciones:
Sí es posible prevenir el robo de identidad, pero, por si en algún momento observas anomalías o ya eres lamentablemente parte de la estadística, ya sabes qué hacer al respecto. ¡Esperamos de verdad que esta información te sea de gran utilidad!