Marzo 2025
Hablar de retorno de inversión (ROI) en seguridad informática parece, a primera vista, una contradicción. ¿Cómo se mide el beneficio de evitar un incidente que nunca ocurrió? En Latinoamérica, donde los presupuestos para ciberseguridad suelen ser limitados, esta es una pregunta que escuchamos constantemente en TBSEK. Y la respuesta, aunque no siempre sencilla, es posible de demostrar con ejemplos reales y prácticos.
Imaginemos una empresa del sector retail que, después de implementar una solución de detección temprana de amenazas, logró identificar un intento de ataque de ransomware en sus servidores de punto de venta. El incidente fue contenido en minutos. Sin esta solución, el ataque habría detenido la operación de más de 150 tiendas durante al menos tres días. El costo estimado por día de inactividad: 200 mil pesos. En total, la inversión en la herramienta evitó una pérdida de más de 600 mil pesos. Ese es un ROI tangible.
Otro caso viene del sector construcción. Una empresa mediana decidió implementar una política de gestión de accesos y doble autenticación para sus proyectos en la nube. Antes de eso, ya habían tenido una filtración de planos y propuestas económicas, lo cual les costó perder una licitación importante. Tras la implementación, no solo evitaron nuevos incidentes, sino que lograron reforzar su reputación frente a socios estratégicos. Esto les ayudó a ganar nuevos contratos. El ROI aquí no solo fue financiero, también reputacional y de crecimiento.
En minería, uno de nuestros clientes sufrió múltiples intentos de suplantación de identidad por correo electrónico dirigidos al área de compras. Implementamos una estrategia combinada de concienciación, filtros avanzados y monitoreo. En el siguiente trimestre, el intento de fraude fue detectado antes de que se concretara una transferencia por más de 100 mil dólares. La inversión en capacitación y tecnología fue diez veces menor. Este tipo de casos refuerzan la lógica del ROI preventivo: proteger no solo lo digital, sino los procesos financieros del negocio.
En TBSEK insistimos en que hablar de ROI en ciberseguridad es posible si entendemos que cada control implementado debe tener un propósito alineado al negocio. El ROI no siempre se mide en pesos ahorrados. A veces se refleja en la continuidad operativa, en la confianza del cliente, en auditorías superadas, o incluso en la reducción de primas de seguros.
Las empresas que entienden esto logran construir un caso más sólido frente a la alta dirección. No se trata de asustar con estadísticas alarmantes, sino de mostrar con claridad cómo una inversión en ciberseguridad protege ingresos, procesos y relaciones clave.
La seguridad no es un lujo, es una estrategia. Y como toda estrategia, debe ser medible, justificable y evolucionar con el negocio.
¿Quieres conocer el ROI potencial de tus inversiones en ciberseguridad? Agenda una consultoría con TBSEK y trabajemos juntos para traducir tus controles en resultados reales para el negocio.